lunes, 23 de octubre de 2017

QUIERO MONTAR UN NEGOCIO, PERO NO TENGO DINERO


Un alto porcentaje de los venezolanos (80%) desean montan un negocio y si se les pregunta el por qué no lo ha montado, argumenta que no lo ha montado por la falta de dinero. Y si se le pregunta: ¿qué tipo de negocio desearía montar? Generalmente hace referencia de una copia de otro negocio existencia o que otra persona ha montado. La otra situación que se presenta, que cuando va a una entidad bancaria a solicitar un crédito, al preguntársele para que tipo de negocio solicita la financiación, la persona repregunta: “para qué están dando ustedes”. Ante esta situación uno podría pensar que las personas se enfocan en la lograr la financiación y no en el negocio que quiere montar. De allí es que en la mayoría de las veces, cuando logran un financiamiento, al poco tiempo, menos de un año, presentan problemas de capacidad de pago, es decir, se atrasan en los compromisos de pago, porque el negocio no es capaz de mantenerse, a consecuencia de las pocas ventas.
En esta situación, se puede decir que estamos en presencia de una improvisación en cuanto al negocio que se presente en montar. Primeramente debemos partir de una necesidad presente en la comunidad o mercado al cual le vamos ofrecer el producto, pudiendo ser este un bien, como decir una empanada o un servicio por ejemplo pintada de uñas o una guardería para niños/as. Este mercado que pretendemos satisfacer, muy bien puede ser la comunidad o barrio donde vivimos, nuestros vecinos, sobre la cual podemos fácilmente determinar cuáles son esas necesidades que están siendo satisfechas por otras empresas o personas que no están ubicadas en la zona y sólo basta con observar o hablar con las personas. Y preguntarse qué productos (bien o servicios) tienen que salir a comprar en otra localidad o quién se los está trayendo al domicilio.
Una vez que hemos identificado el producto necesario para satisfacer la necesidad detectada en la comunidad, el siguiente paso es determinar qué se necesita para fabricar ese producto o prestar ese servicio. Si es un bien lo primero de debemos preguntarnos. ¿Tengo los conocimientos necesarios para fabricar el bien, es decir, sé cómo se fabrica? Es importante señalar que cuando se decide montar un negocio se debe partir de lo que uno sabe relacionado con la profesión o el oficio que saber hacer, porque de no ser así tendría que buscar a una persona que sepa el oficio con alto grado de desempeño, bien sea, como socio o empleado. Con el inconveniente de que si es empleado, incurriría en unos costos que para una empresa que se está iniciando podría traer inconvenientes de insolvencias por no contar con recursos financieros para honrar el pago por concepto de mano de obra (nómina) otra alternativa, es la de hacer un curso o emplearse por poco tiempo en una empresa, como pasante o ad honoren con la finalidad de aprender el oficio.
El segundo paso, después de haberse concretado que sí conozco o sé del oficio, se debe pensar y definir los recursos necesarios para fabricar el producto o prestar el servicio. Por ejemplo, se vamos a fabricar para la venta cachapas, se debe pensar en el prototipo de cachapa que se piensa vender, si es un emprendimiento, se debe pensar en una cachapa diferente a las que se vende en el mercado y  diseñada de acuerdo con la necesidad detectada o como le gusta a las personas. Supongamos que en las conversaciones con los vecinos, ya que he decidido montar un negocio de ventas de cachapas en la misma comunidad donde vivo, se determina que las cachapas que les gusta a los vecinos deben llevar: maíz amarillo, mantequilla, huevo, leche y sal, cuyo tamaño debe ser el de un plato llano normal (diámetro 10 cms) y espesor 0,80 ml. En este punto se debe definir la cantidad de masa, leche, sal, mantequilla y huevo por unidad. Los productos que se fabrican deben ser estandarizados para garantizarle al cliente unos productos con las mismas características. Si hablamos de un servicio, por ejemplo: servicios de peluquería a domicilio, plomería, necesitamos de herramientas o equipos y algunos insumos. Se debe cuantificar y calcular los costos de inversión. Es decir, calcular cuánto es lo mínimo que necesitamos para iniciar el negocio.
También se debe analizar si es necesario, en la etapa inicial de un local o no. Si nos convertimos en fabricante o intermediario (vendedor) del producto. En cada caso debemos mirar la mochila. Comenzar con lo que tenemos a la mano y no pensar con lo que no tenemos, que en la mayoría de los casos se piensa montar un negocio con unos requerimientos que en la etapa de iniciación no son tan importantes. Debemos comenzar en pequeña escala, hasta estar seguro de que el negocio es viable, factible y sustentable, de tal manera que el negocio sea capaz de autofinanciar su crecimiento y adaptación a las nuevas circunstancias que se presentan.
La mayoría de las personas que piensan montar un negocio generalmente piensan en locales, personal, equipos sofisticados; que implica grandes inversiones, y en consecuencia, se siente frustrado de su idea de negocios por no poder arrancar el mismo, justificando luego, que no ha comenzado su negocio por la falta de dinero. Una manera de plantear un caso como ejemplo, sería si usted quiere montar una agencia de festejos, lo primero que se le ocurre es alquilar un local, comprar mesas, sillas, manteles, hieleras, entre otras cosas necesarias para el negocio. Existe una alternativa para iniciar este negocio, sin casi invertir grandes sumas de dinero, como lo es la tercerización (subcontratación) Una vez que defino el modelo de negocio, es decir, los servicios que piensa prestar, se identifica las agencias de festejos instalados en la zona o ciudad donde piensa prestar los servicios y te conviertes en un vendedor de esas agencias, averigua los costos de sus servicios y comienza a negociar los porcentajes de ganancias que te puedan dar por cada servicio colocado al cual le puedes agregar un porcentaje mínimo por lo que ofreces. Tu valor agregado a ese servicio va a ser la comodidad de llevarles a tus futuros clientes el servicio a domicilio. En vez de andar buscando servicios en las distintas agencias de festejos que implica tiempo y dinero para las personas que piensan hacer alguna celebración por cualquier motivo: aniversarios de bodas, cumpleaños, grados, bautizos, o cualquier otro evento, se lo entrega en su casa o local donde se celebrará el evento.
De esta manera fácilmente puede iniciar un plan de inversión para el negocio en un futuro, ahorrar dinero para ir adquiriendo aquellos equipos o mobiliarios de mayor importancia y que originen mayor rentabilidad para el negocio. Desde el punto de vista de marketing, esta modalidad te permitiría ir conociendo el mercado y tus clientes. En la medida que tengas contactos con tus clientes se irá conociendo sus necesidades. Por ejemplo, si un cliente celebra los 15 años de una hija y para el evento contrató los servicios de mesas, sillas, toldos, decoración y ambientación del  local, torta, ramos de flores, bebidas, un mariachi y un equipo de sonido, esto quiere decir que se debe hacer alianzas con cada uno de los prestadores de estos servicios, lo que significa que existirá ingresos por cada uno de ellos.
Lo importante de esta modalidad es que no requiere de inversión de grandes sumas de dinero, ni de local y personal. Solo se requiere de un celular y tal vez de una computadora para llevar un buen registro de las personas que piensas ofrecerle los servicios que muy bien puede ser tus contactos del celular, Facebook, PIN, WhatsApp, Instagram. Es necesario un buen registro que lleve datos del grupo familiar en cuanto las fechas de boda, nacimientos, próximos grados o promociones, así como también, direcciones de residencias y trabajos. Igualmente, llevar registros de los proveedores, cuyos datos son necesarios para ofrecer los servicios de una manera rápida y efectiva. Son muy importantes las relaciones que se entablan en ambos sentidos, hacia los clientes y hacia los proveedores, bajo la filosofía de ganar-ganar. Deben ser relaciones duraderas más allá de una simple negociación, con verdadera vocación de servicio.

Una de las carencias de la mayoría de los negocios es la calidad en el servicio prestado, la atención al cliente, indistintamente si es un bien o servicio. Para lograr la fidelidad de los clientes es necesario dotar al producto de unos atributos que no sean comunes entre los oferentes, se debe marcar la diferencia, de tal manera que los clientes sientan que ningún otro negocio ofrece los mismos que ofrece tu negocio. Que el negocio se convierta en una marca personal para lograr que los mismos clientes actuales sean los promotores del negocio. Cada evento que sea apoyado por tus servicios sea la mejor vitrina del negocio, que los invitados al evento sean quienes juzguen la calidad de servicio, si se logra llamar la atención, de seguro que cada uno de los asistentes al negocio se encargarán de promocionar el negocio.