Un alto porcentaje de los
venezolanos (80%) desean montan un negocio y si se les pregunta el por qué no
lo ha montado, argumenta que no lo ha montado por la falta de dinero. Y si se
le pregunta: ¿qué tipo de negocio desearía montar? Generalmente hace referencia
de una copia de otro negocio existencia o que otra persona ha montado. La otra
situación que se presenta, que cuando va a una entidad bancaria a solicitar un
crédito, al preguntársele para que tipo de negocio solicita la financiación, la
persona repregunta: “para qué están dando ustedes”. Ante esta situación uno
podría pensar que las personas se enfocan en la lograr la financiación y no en
el negocio que quiere montar. De allí es que en la mayoría de las veces, cuando
logran un financiamiento, al poco tiempo, menos de un año, presentan problemas
de capacidad de pago, es decir, se atrasan en los compromisos de pago, porque
el negocio no es capaz de mantenerse, a consecuencia de las pocas ventas.
En esta situación, se puede decir
que estamos en presencia de una improvisación en cuanto al negocio que se
presente en montar. Primeramente debemos partir de una necesidad presente en la
comunidad o mercado al cual le vamos ofrecer el producto, pudiendo ser este un
bien, como decir una empanada o un servicio por ejemplo pintada de uñas o una
guardería para niños/as. Este mercado que pretendemos satisfacer, muy bien
puede ser la comunidad o barrio donde vivimos, nuestros vecinos, sobre la cual
podemos fácilmente determinar cuáles son esas necesidades que están siendo
satisfechas por otras empresas o personas que no están ubicadas en la zona y
sólo basta con observar o hablar con las personas. Y preguntarse qué productos
(bien o servicios) tienen que salir a comprar en otra localidad o quién se los
está trayendo al domicilio.
Una vez que hemos identificado el
producto necesario para satisfacer la necesidad detectada en la comunidad, el
siguiente paso es determinar qué se necesita para fabricar ese producto o
prestar ese servicio. Si es un bien lo primero de debemos preguntarnos. ¿Tengo
los conocimientos necesarios para fabricar el bien, es decir, sé cómo se
fabrica? Es importante señalar que cuando se decide montar un negocio se debe partir
de lo que uno sabe relacionado con la profesión o el oficio que saber hacer,
porque de no ser así tendría que buscar a una persona que sepa el oficio con
alto grado de desempeño, bien sea, como socio o empleado. Con el inconveniente
de que si es empleado, incurriría en unos costos que para una empresa que se
está iniciando podría traer inconvenientes de insolvencias por no contar con
recursos financieros para honrar el pago por concepto de mano de obra (nómina)
otra alternativa, es la de hacer un curso o emplearse por poco tiempo en una
empresa, como pasante o ad honoren con la finalidad de aprender el oficio.
El segundo paso, después de haberse
concretado que sí conozco o sé del oficio, se debe pensar y definir los
recursos necesarios para fabricar el producto o prestar el servicio. Por
ejemplo, se vamos a fabricar para la venta cachapas, se debe pensar en el
prototipo de cachapa que se piensa vender, si es un emprendimiento, se debe
pensar en una cachapa diferente a las que se vende en el mercado y diseñada de acuerdo con la necesidad
detectada o como le gusta a las personas. Supongamos que en las conversaciones
con los vecinos, ya que he decidido montar un negocio de ventas de cachapas en
la misma comunidad donde vivo, se determina que las cachapas que les gusta a
los vecinos deben llevar: maíz amarillo, mantequilla, huevo, leche y sal, cuyo
tamaño debe ser el de un plato llano normal (diámetro 10 cms) y espesor 0,80
ml. En este punto se debe definir la cantidad de masa, leche, sal, mantequilla
y huevo por unidad. Los productos que se fabrican deben ser estandarizados para
garantizarle al cliente unos productos con las mismas características. Si
hablamos de un servicio, por ejemplo: servicios de peluquería a domicilio,
plomería, necesitamos de herramientas o equipos y algunos insumos. Se debe
cuantificar y calcular los costos de inversión. Es decir, calcular cuánto es lo
mínimo que necesitamos para iniciar el negocio.
También se debe analizar si es
necesario, en la etapa inicial de un local o no. Si nos convertimos en
fabricante o intermediario (vendedor) del producto. En cada caso debemos mirar
la mochila. Comenzar con lo que tenemos a la mano y no pensar con lo que no
tenemos, que en la mayoría de los casos se piensa montar un negocio con unos
requerimientos que en la etapa de iniciación no son tan importantes. Debemos
comenzar en pequeña escala, hasta estar seguro de que el negocio es viable,
factible y sustentable, de tal manera que el negocio sea capaz de autofinanciar
su crecimiento y adaptación a las nuevas circunstancias que se presentan.
La mayoría de las personas que
piensan montar un negocio generalmente piensan en locales, personal, equipos
sofisticados; que implica grandes inversiones, y en consecuencia, se siente
frustrado de su idea de negocios por no poder arrancar el mismo, justificando
luego, que no ha comenzado su negocio por la falta de dinero. Una manera de
plantear un caso como ejemplo, sería si usted quiere montar una agencia de
festejos, lo primero que se le ocurre es alquilar un local, comprar mesas,
sillas, manteles, hieleras, entre otras cosas necesarias para el negocio. Existe
una alternativa para iniciar este negocio, sin casi invertir grandes sumas de
dinero, como lo es la tercerización (subcontratación) Una vez que defino el modelo
de negocio, es decir, los servicios que piensa prestar, se identifica las
agencias de festejos instalados en la zona o ciudad donde piensa prestar los
servicios y te conviertes en un vendedor de esas agencias, averigua los costos
de sus servicios y comienza a negociar los porcentajes de ganancias que te
puedan dar por cada servicio colocado al cual le puedes agregar un porcentaje
mínimo por lo que ofreces. Tu valor agregado a ese servicio va a ser la
comodidad de llevarles a tus futuros clientes el servicio a domicilio. En vez
de andar buscando servicios en las distintas agencias de festejos que implica
tiempo y dinero para las personas que piensan hacer alguna celebración por
cualquier motivo: aniversarios de bodas, cumpleaños, grados, bautizos, o cualquier
otro evento, se lo entrega en su casa o local donde se celebrará el evento.
De esta manera fácilmente puede
iniciar un plan de inversión para el negocio en un futuro, ahorrar dinero para
ir adquiriendo aquellos equipos o mobiliarios de mayor importancia y que
originen mayor rentabilidad para el negocio. Desde el punto de vista de
marketing, esta modalidad te permitiría ir conociendo el mercado y tus
clientes. En la medida que tengas contactos con tus clientes se irá conociendo
sus necesidades. Por ejemplo, si un cliente celebra los 15 años de una hija y
para el evento contrató los servicios de mesas, sillas, toldos, decoración y
ambientación del local, torta, ramos de
flores, bebidas, un mariachi y un equipo de sonido, esto quiere decir que se
debe hacer alianzas con cada uno de los prestadores de estos servicios, lo que
significa que existirá ingresos por cada uno de ellos.
Lo importante de esta modalidad es
que no requiere de inversión de grandes sumas de dinero, ni de local y
personal. Solo se requiere de un celular y tal vez de una computadora para
llevar un buen registro de las personas que piensas ofrecerle los servicios que
muy bien puede ser tus contactos del celular, Facebook, PIN, WhatsApp,
Instagram. Es necesario un buen registro que lleve datos del grupo familiar en
cuanto las fechas de boda, nacimientos, próximos grados o promociones, así como
también, direcciones de residencias y trabajos. Igualmente, llevar registros de
los proveedores, cuyos datos son necesarios para ofrecer los servicios de una
manera rápida y efectiva. Son muy importantes las relaciones que se entablan en
ambos sentidos, hacia los clientes y hacia los proveedores, bajo la filosofía
de ganar-ganar. Deben ser relaciones duraderas más allá de una simple
negociación, con verdadera vocación de servicio.
Una de las carencias de la mayoría
de los negocios es la calidad en el servicio prestado, la atención al cliente,
indistintamente si es un bien o servicio. Para lograr la fidelidad de los
clientes es necesario dotar al producto de unos atributos que no sean comunes
entre los oferentes, se debe marcar la diferencia, de tal manera que los
clientes sientan que ningún otro negocio ofrece los mismos que ofrece tu
negocio. Que el negocio se convierta en una marca personal para lograr que los
mismos clientes actuales sean los promotores del negocio. Cada evento que sea
apoyado por tus servicios sea la mejor vitrina del negocio, que los invitados
al evento sean quienes juzguen la calidad de servicio, si se logra llamar la
atención, de seguro que cada uno de los asistentes al negocio se encargarán de
promocionar el negocio.